miércoles, 12 de diciembre de 2007

Para mi estas personas son como cualquier otra persona, ya que yo tengo un familiar con esta enfermedad, es un primo pequeño que tiene sindrome de dow, y hay que decir que es muy cariñoso y feliz con todos nosotros para su corta edad, ya que apenas tiene 3 años.

ANECDOTAS PROPIAS

Las personas con sindrome de down son muy cariñosas y alegres y les encanta que estemos siempre junto e ellas, que les demos cariño y que siempre estemos pendientes a ellas. Como anecdota personal he vivido varios encuentros con un colegio de niños con sindrome de dow de Córdoba en el antiguo colegio donde estudiaba; un dia nuestros profesores nos propusieron el encuentro en nuestro colegio, y como a todos nos entusiasmaba la idea de pasar un dia con ellos aceptamos y nos lo pasamos muy bien con ellos, todos llegaron muy contentos a nuestro colegio, nos abrazaban, hablaban con nosotroas como si nos conociesen de toda la vida,...
¡Fue un dia increible, inolvidable!
Como nos gusto tanto la convivencia lo volvimos a repetir, pero esta vez nosotros fuimos los que los visitamos e ellos, nos recibieron con las manos abiertas, muy contentos y felices.
Estas esperiencias para mi son algo imposible de olvidar, inesplicables.

MI PEQUEÑA OPINIÓN


Si una sonrisa vale más que mil palabras no deberiamos discriminarlos por su enfermedad, ya que todos somos iguales, somos personas con derecho de tener una vida, algunos mejor que otros, pero todos debemos tenerla y nadie deberia meterse con nadie por sus diferencias.
Ellos son personas muy felices que no tienen ningún problema con nadie ni se meten con nadie, viven su vida sin tener ningún problema con ninguna persona.
El riesgo de aparición en niños con SD es casi 30 veces superior al de la población general, y precisa tratamiento quirúrgico precoz para impedir aspiración de saliva y alimento a la vía aérea y permitir el tránsito adecuado de alimentos hasta el estómago. Un cuadro similar se presenta en la atresia o estenosis duodenal (atresia: obstrucción total, estenosis: obstrucción parcial), pero en este caso en la porción de intestino situada inmediatamente tras el estómago. Puede deberse a una compresión mecánica del páncreas por una anomalía en su desarrollo denominada "páncreas anular”. Esta malformación (la atresia duodenal) aparece hasta en el 8% de los niños recién nacidos con SD. El ano imperforado es la malformación anorrectal más frecuente en niños con SD: se ha descrito una incidencia del 2-3% (es decir, dos o tres da cada cien niños recién nacidos con SD lo presentan), mientras que su aparición en la población general se estima en torno a uno de cada 5.000. Su diagnóstico es clínico y su tratamiento quirúrgico. Otros trastornos relativamente frecuentes son el megacolon, o dilatación excesiva de la porción distal del tracto digestivo por un defecto en la relajación y la enfermedad celíaca (intolerancia digestiva al gluten), que aparecen también con una frecuencia superior a la que se presenta en recién nacidos sin el síndrome.

ALTERACIONES GASTROINTESTINALES

La frecuencia de aparición de anomalías o malformaciones digestivas asociadas al SD es muy superior a la esperada en población general: en torno al 10% de las personas con SD presentan alguno de estos trastornos. La lista de anomalías y su expresión clínica (gravedad con la que se presentan) es muy amplia y variable, pero las que presentan una mayor incidencia son la atresia esofágica, la atresia o estenosis duodenal, las malformaciones anorrectales, el megacolon agangliónico (Enfermedad de Hirschsprung) y la celiaquía. La atresia esofágica consiste en la interrupción de la luz del esófago (este se encuentra “obstruido” por un desarrollo incompleto).